Los consumidores se han concienciado de la importancia de consumir estos alimentos.

 

Ahora, más que nunca, poner en valor el campo no debe de ser un efecto secundario de la crisis sanitaria. Los agricultores de frutas y hortalizas de los invernaderos almerienses han estado a la altura en tiempos de pandemia. Lo han hecho, además de en la calidad de sus productos, en el correcto cumplimiento de las medidas de seguridad exigidas en un panorama social complicado.

Todas las medidas presentes en los invernaderos almerienses se enmarcan dentro de los modelos europeos de producción y cumplen con las exigencias de la Autoridad de Seguridad Alimentaria de la UE, según medios locales.

Las normas de las cadenas de distribución son otros de los puntos tenidos en cuenta por los agricultores almerienses. Además, los profesionales de la agricultura cuentan, en sus producciones, con certificados de calidad a nivel internacional. Todos estos factores son pilares fundamentales para ofrecer un producto de calidad y seguro para las sociedades.

Los invernaderos de Almería y Granada producen una cantidad de 4,5 millones de toneladas de hortalizas entre las que destacan el tomate, pimiento, pepino, berenjena, calabacín, melón y sandía, según datos de periódicos locales. Estas producciones abastecen a más del 47% del mercado nacional y el 50% del europeo.

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